FLEXITARIANA




¡Ahora soy FLEXITARIANA!
Aunque solo hace tres días
que me enteré que ya consta
que esta forma en la que como
tiene esta designación,
yo no quiero convencer
a nadie con mi actitud                                                                     
con mi forma de comer
ni con mis afirmaciones.
Y aunque voy a compartirlo,
solo son mis opiniones.
                                                                

Como soy mujer madura
he conocido otros tiempos
en que comer de esta forma
era lo estereotipado.
Pero no quiero omitir
que comer con opulencia 
fue esa gran permutación,
que intentaba  relegar
un tiempo de privación
que durante muchos años
fue forma de alimentarse
de todos mis coetáneos.


Y se cogió con tal ansia
lo de alimentarse bien,
que comiendo mucha carne,
mucho pescado y más leche,
postres dulces y yogures,
¡Las legumbres solo a veces,
eso es comida de pobres!
nos dijeron tantas veces,
que  decidimos comer
lo que decían al dictado
los anuncios en la tele.


Que si bífidos activos,
que para el colesterol,
que ahora es imprescindible
que controles tu tensión,
todo lo curan comiendo
que gran equivocación.


Antes cuando te decía
tu médico que tenías
alguna de estas dolencias,
te mandaba que tuvieras
al comer más continencia,
moderación y mesura
frugalidad y abstinencia
y así se curaban pronto
todas esas menudencias.
Pues ahora al parecer
son problemas incurables
que obligan a medicarte
el resto de tu existencia.


Mi alimentación consiste
en lo que siempre recuerdo
haber comido de chica
en mi casa, desde luego:
legumbres, fruta ,verdura,
potajes , algunos huevos,
algo de carne y pescado,
poca azúcar por supuesto,
frutos secos y ensaladas
pastas, arroz y pan tierno.


Aunque no pongo objeción
si algún día casualmente
porque coma en restaurante
o en casa de alguna gente
me sirven carne o pescado
yo me lo como igualmente
más solo de tanto en tanto.




Voy a prestar atención

Hablé con una mujer
que sufrió una decepción
por la falta de interés
que manifestó su grupo
cuando lo necesitó.

Pues encontrándose mal
por mor de una operación
notó que aquellos apegos
que antes ella albergó
en estos arduos momentos
no tienen continuación.

Cuando yo le pregunté
que esperaba  de la gente
con las que comparte afectos
su mueca de decepción
me lo aclaró de momento.

Pues había depositado           
todas sus expectativas
en ese grupo de gente
que  estimara su Universo
o al menos una gran parte
de su vida ese momento.

Ahora que sé que en la vida
se aprende a base de ensayos
y que mientras no aprendemos
se vuelven a repetir
otra vez los desengaños,
voy a prestar atención
para evitar redundarlos.

Pues por error deducimos
que tiene que venir de otros
lo que solo nos concierne
favorecer  a uno mismo.